El Estallido del Palau Güell, el proceso creativo del pañuelo de seda trencadís.
No es fácil tener a Gaudí tan cerca y poder verlo en la distancia necesaria para establecer un diálogo con su proceso creativo. Alguien creativo, como es el caso de Gaudí, tiene muchos secretos escondidos que hacen que su obra sea enigmática, y esto, atrae.
Un ejemplo: la relación que establecía con los artesanos, con los industriales, este saber hacer a la catalana basado en un colectivo profesional, donde la jerarquía venía reglada por la compenetración entre las partes, formando un todo que ha quedado plasmado para siempre como un sello inconfundible en sus obras.
Y el trencadís, en concreto, representa los valores de una cultura del ahorro de la materia, la imaginación creativa a través de reavivar un producto desahuciado y transformarlo en una nueva realidad artística. El arte del reciclaje «avant la lettre». Gaudí era un artista en el sentido más integral del concepto.
Definia y transportaba la idea global hasta el corazón de la mínima expresión del detalle. Este es el sentido que me ha llevado a diseñar el «Estallido», el pañuelo de seda trencadís, una composición de 21×21 cm dibujada con lápiz sobre papel rugoso y rígido y pintada con acuarela.
La visión personal del pañuelo de seda trencadís de Gaudí
Había ido a pasar un fin de semana al balneario de Vallfogona de Riucorb y en sus jardines, apoyado por las imágenes recientes de la visita al Palau Güell de Barcelona, sobretodo de su impresionante «bosque» de chimeneas de la terraza, salió de mi, realizar esta composición, que nada tiene que ver con Gaudí, pero más bien, con una idea que las imágenes grabadas dentro de mi sobre él me provocan.
Es mi manera de trabajar. En un momento determinado, cuando aparece el frenesí, me pongo a pintar. Entonces plasmo en el papel las imágenes sintetizadas de una obra. Ésta, en concreto, era el fantástico trencadís de una, o varias, de las chimeneas contempladas la semana anterior.
Empecé dibujando a lápiz la estructura cuadriculada que sirve de base para componer el trencadís. Después, la acuarela. Con pinceladas no demasiado precisas van creando, instintivamente, la composición de color que, naciendo con intensidad des del centro, se expande diluyéndose en el blanco hacia las periferias.
Después de pintarla, le puse nombre. Me salió del alma: «Estallido«! Perfecto para un pañuelo de seda trencadís. Esta es la definición de la obra gaudiniana, un estallido de colores, de formas, de vida… La explosión del Big Bang que se apoya sobre una base cartesiana de referencia. El caos universal que sigue el patrón racional de la lógica de la razón. El dominio de los azules y turquesas sobre fondo de blancos y beige: el mar Mediterráneo, siempre presente.
Para saber más sobre nuestros procesos de creación, os dejamos una pequeña muestra en estos posts:
«Cielo y Tierra», el otro diseño sobre seda del Palau Güell
Modernismo y diseño textil: fulares y pañuelos de seda en el Hospital de Sant Pau.
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